Sobre papel negro y témpera nos disponemos a crear un entramado de líneas que luego, con ayuda de otro color, completaremos para crear superficies, como si se tratase de una proyección de una figura.
Esto lo realizamos dos veces, en ambas ocasiones sobre papel negro y dos colores, probando distintas disposiciones, tonalidades, cruces de líneas y superficies.
Todo esto era solo una preparación para nuestro primer trabajo de fin de semana: hacer que una de nuestras creaciones planas se convierta en un volumen, hacer como los arquitectos que hacen brotar de sus planos edificios monumentales.
Comentarios
Publicar un comentario